Consultoría Nexusagronegocios
Jorge Martínez Cedillo
Ciudad de México, 16 de enero del 2025
El sector agrícola mexicano se encuentra en una situación crítica debido a diversos factores que afectan la producción, rentabilidad y seguridad alimentaria del país. Entre las principales causas destacan la disminución significativa en la producción de cultivos esenciales, escasez de agua, fluctuaciones en los precios internacionales de los granos, presencia de plagas, enfermedades y fenómenos ambientales más drásticos.
Caída en la producción de maíz blanco y sus implicaciones
De acuerdo con César Ocaña Romo, director de NexusAgronegocios, la producción de maíz blanco en 2024 sufrió una reducción de más del 15 por ciento en comparación con el año anterior, regresando a niveles de hace 10 años. Según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), en 2024 se produjeron aproximadamente 20 millones 594 mil toneladas, frente a los 24 millones 346 mil toneladas del 2023.
Este retroceso en la producción afecta gravemente al alimento básico de los mexicanos y plantea un desafío importante para el sector agroalimentario. Además, Sinaloa, principal productor de maíz en el país, registró una reducción de entre el 85 y 90 por ciento en su superficie de siembra, poniendo en riesgo entre el 20 y 25 por ciento de la producción nacional de este grano.
El debate sobre el maíz transgénico y su impacto
La situación se agrava con la polémica en torno al maíz transgénico, exacerbada por la reciente pérdida de México en el Panel de controversia del T-MEC. Aunque está prohibido para consumo humano directo debido a preocupaciones de salud, la política pública se ha centrado en la protección del maíz criollo y la biodiversidad, dejando de lado problemas estructurales como la pobreza rural, los bajos rendimientos y la falta de acceso a mercados rentables.
«Es indispensable que las políticas públicas no solo protejan al maíz criollo, sino que también aborden los problemas económicos y sociales que enfrentan los campesinos mexicanos,» enfatizó Ocaña Romo.
Dramática caída en la producción de trigo
Otro desafío importante para el sector es la producción de trigo. En Sonora, principal entidad productora, la siembra de este grano se redujo en un 66 por ciento. En 2023, la producción en esa región fue de 1.9 millones de toneladas, lo que representó el 57.38 por ciento de la producción nacional. Para 2025, se espera que la producción nacional de trigo caiga en más del 24 por ciento, pasando de 3.4 millones de toneladas en 2023 a 2.6 millones en 2024.
Además, México enfrenta un déficit en la producción de trigo harinero, satisfaciendo solo el 25 por ciento de la demanda nacional. Esto obliga al país a depender de importaciones provenientes de Estados Unidos y Canadá, entre otros países.
Retos y acciones necesarias para 2025
Según Ocaña Romo, el panorama agroalimentario para 2025 es complejo y requiere de políticas públicas más holísticas que respondan a los desafíos actuales y anticipen problemas futuros.
Entre las acciones prioritarias que deben considerarse destacan:
- Inversiones en infraestructura hídrica: Mejorar el acceso al agua para riego.
- Fomento a la investigación agrícola: Desarrollar tecnologías para combatir plagas y mejorar rendimientos.
- Diversificación de cultivos: Reducir la dependencia de cultivos como el maíz y el trigo.
- Fortalecimiento del mercado interno: Asegurar precios competitivos para los productores mexicanos.
El sector agropecuario mexicano enfrenta retos históricos que amenazan la seguridad alimentaria y la economía rural. Es imperativo que se adopten políticas públicas coordinadas y efectivas que permitan superar los desafíos actuales y fortalezcan al campo mexicano.
Contacto: atlanteleon@gmail.com
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