Representa Cambio Climático en el Océano Atlántico
Mujer Informa/ Redacción 23/08/24
En los últimos meses, el Océano Atlántico ha experimentado un comportamiento climático inusual que podría alterar significativamente los patrones meteorológicos de la región. Desde junio de 2024, las temperaturas de la superficie del mar en el Atlántico ecuatorial central han estado entre 0.5 y 1.0 grados Celsius por debajo del promedio esperado. Este enfriamiento del océano ha generado preocupación entre los científicos, quienes sugieren que podríamos estar al borde de un fenómeno conocido como «Niña Atlántica».
¿Qué es la Niña Atlántica?
La Niña Atlántica es un fenómeno climático que, al igual que su contraparte en el Pacífico, El Niño, tiene la capacidad de influir en el clima global. Sin embargo, la Niña Atlántica se enfoca específicamente en el Océano Atlántico. Este evento forma parte de un ciclo natural llamado el modo zonal del Atlántico, que alterna entre fases frías y cálidas en intervalos de varios años. Durante la fase fría, como la que se observa actualmente, los vientos del sureste desplazan el agua superficial cálida, trayendo aguas más frías desde las profundidades del océano hacia la superficie.
Impacto en la Actividad de Huracanes
Uno de los aspectos más preocupantes de la Niña Atlántica es su impacto potencial en la actividad de huracanes en la región. Aunque un cambio de 0.5 grados Celsius en la temperatura del océano puede parecer insignificante, este enfriamiento puede tener consecuencias significativas. La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) ha estado monitoreando de cerca esta situación debido a su potencial para aumentar la formación de huracanes poderosos cerca de las islas de Cabo Verde y otras áreas del Atlántico tropical.
La NOAA ya ha basado su pronóstico estacional en una actividad de huracanes por encima de lo normal, anticipando el desarrollo de condiciones de La Niña en el Pacífico y temperaturas cálidas en el Atlántico tropical. Sin embargo, si el fenómeno de la Niña Atlántica se desarrolla completamente, podría moderar la actividad de huracanes a medida que avance la temporada, introduciendo un elemento de incertidumbre en los pronósticos climáticos.
Un Fenómeno Inusual y Rápido
El ritmo al que las aguas del Atlántico han pasado de cálidas a frías es otro punto de interés para los meteorólogos. Esta transición rápida no tiene precedentes desde que se empezó a monitorear este fenómeno en 1982. A pesar de la debilidad de los vientos en algunas regiones ecuatoriales durante junio y julio de 2024, las aguas en esta parte del Atlántico han mostrado una transición drástica hacia condiciones frías, lo que ya está acercando a la región al umbral para declarar oficialmente un evento de Niña Atlántica.
Consecuencias Globales
La importancia de esta variación de temperatura no se limita solo al Atlántico. Las regiones tropicales y subtropicales podrían experimentar cambios en sus patrones de lluvia y sequía, lo que afectaría la agricultura, la infraestructura y la vida cotidiana en estas áreas. Además, un aumento en la frecuencia y potencia de los huracanes podría tener consecuencias devastadoras para las comunidades costeras en América, África y otras regiones afectadas.
El fenómeno de la Niña Atlántica, si se desarrolla plenamente, promete ser un evento climático significativo, con la capacidad de alterar tanto el clima regional como global. A medida que la NOAA y otras agencias continúan monitoreando estas condiciones, el mundo observará de cerca los desarrollos en el Atlántico, conscientes de que este fenómeno podría traer consigo una temporada de huracanes más activa y peligrosa de lo que se había anticipado.