Mujer Informa/Redacción 23/08/24
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha expresado su enérgico rechazo a lo que considera una «actitud prepotente» e «injerencista» por parte del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar. Las críticas surgieron luego de que Salazar hiciera declaraciones en contra de la propuesta de reforma al Poder Judicial promovida por López Obrador, la cual propone la elección por voto popular de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La Respuesta de AMLO
En su conferencia matutina, conocida como «La Mañanera», López Obrador calificó las declaraciones de Salazar como “desafortunadas” e “imprudentes”. El mandatario mexicano dejó claro que México no se someterá a ninguna potencia extranjera y que no aceptará intervenciones en los asuntos internos del país. “No vamos a someternos a ningún país ni a ninguna potencia extranjera”, afirmó, subrayando que la soberanía de México es innegociable.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México respaldó la postura del presidente al enviar una nota de protesta formal al gobierno de Estados Unidos, expresando su “profundo extrañamiento” por los comentarios del embajador. En el documento, la SRE señaló que las declaraciones de Salazar representan una “acción inaceptable de injerencia” que contraviene la soberanía de México y no refleja el respeto mutuo que debe caracterizar la relación entre ambas naciones.
Preocupaciones de Estados Unidos
Las preocupaciones del embajador estadounidense se centraron en el riesgo que, según él, podría representar la reforma judicial para la democracia en México. Salazar advirtió que la elección directa de los integrantes del Poder Judicial podría aumentar la influencia del crimen organizado en el sistema de justicia y poner en peligro la relación comercial entre ambos países. En una inusual conferencia de prensa, Salazar expresó que «las elecciones directas también podrán hacer más fácil que los carteles y otros actores malignos se aprovechen de jueces inexpertos con motivaciones políticas».
Estas declaraciones marcan un cambio notable en el tono del embajador, quien hasta ahora había mantenido una postura conciliadora con el gobierno mexicano. Además, sus comentarios reflejan la creciente preocupación de los inversores estadounidenses, quienes temen que la reforma judicial pueda desestabilizar el sistema de justicia en México y, por ende, afectar las relaciones comerciales en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
Respuesta y Consecuencias Diplomáticas
López Obrador no solo rechazó las críticas de Salazar, sino que también aprovechó para destacar el deterioro de la relación bilateral con Estados Unidos en las últimas semanas, citando otros episodios recientes como la detención de Ismael «El Mayo» Zambada y las fricciones con agencias estadounidenses como la DEA y el Departamento de Estado. El presidente mexicano también aludió a la carta que envió al presidente Joe Biden, en la que criticó el financiamiento del Departamento de Estado a organizaciones como Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, lo que consideró otro ejemplo de injerencismo.
López Obrador recordó que la relación con la administración de Donald Trump, el expresidente de Estados Unidos, fue más fluida, insinuando que las tensiones actuales podrían estar relacionadas con la campaña presidencial en curso en Estados Unidos. “Nos entendimos con Trump”, comentó, sugiriendo que las recientes tensiones podrían estar motivadas por el contexto electoral.
Implicaciones Futuras
La controversia no solo ha resonado en el ámbito diplomático, sino que también ha tenido eco en la política interna de México. Mientras que la oposición mexicana ha utilizado las críticas de Salazar para reafirmar sus propias objeciones a la reforma judicial, el partido gobernante, Morena, y sus aliados en el Congreso han defendido la iniciativa. Ricardo Monreal, uno de los principales defensores de la reforma en el Legislativo, aseguró que se realizarán los cambios necesarios para abordar las preocupaciones planteadas por Salazar.
Sin embargo, la polémica sobre la reforma judicial podría escalar y convertirse en un problema mayor en la relación con Estados Unidos, el principal socio comercial de México. Las preocupaciones expresadas por Salazar también han sido compartidas, aunque de manera más cautelosa, por el embajador de Canadá, lo que sugiere que las tensiones comerciales y diplomáticas podrían intensificarse en los próximos meses.
