Aunque alcanzar logros en el trabajo puede ser gratificante, trabajar en exceso puede tener efectos graves en la salud física y mental. Pasar largas horas en la oficina sin pausas ni descansos puede compararse con el daño que produce el tabaquismo. Así es: el exceso de trabajo puede ser tan dañino como fumar. Esta situación es alarmante, especialmente en un contexto donde las jornadas laborales se extienden cada vez más, sin considerar las consecuencias.
Sedentarismo y sus efectos devastadores
Uno de los principales riesgos de trabajar largas horas es el sedentarismo. Al permanecer sentado frente al escritorio durante periodos prolongados, el cuerpo no recibe la actividad física que necesita para mantenerse saludable. La falta de movimiento no solo afecta el sistema cardiovascular, sino que también aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.
Según la profesora I-Min Lee de la Universidad de Harvard, el sedentarismo está relacionado con un incremento en la incidencia de enfermedades coronarias, derrames cerebrales, diabetes tipo 2 y varios tipos de cáncer. Un estudio publicado en The Lancet en 2012 señala que el sedentarismo podría ser tan dañino como fumar, y que es un factor de riesgo importante en la disminución de la esperanza de vida en todo el mundo.
Tan dañino como fumar
Un estudio realizado por la Cleveland Clinic comparó los efectos de largas jornadas laborales con los del consumo de tabaco. En este estudio, se analizaron a 122,000 personas y se encontró que aquellas que trabajaban horas prolongadas, sin pausas ni descanso, tenían un 30% más de probabilidades de sufrir una muerte prematura en comparación con el 25% de los fumadores.
La doctora Lee aclara que el objetivo no es minimizar los efectos del tabaquismo, sino destacar el impacto del sedentarismo en la salud. «Es fundamental tratar la inactividad física con la misma importancia que se da a otros hábitos saludables, como evitar el tabaco o mantener una alimentación balanceada», señala.
El fenómeno del Karoshi en Japón
En Japón, el término Karoshi se utiliza para describir la muerte relacionada con el exceso de trabajo. Este fenómeno se ha convertido en un problema de salud pública desde 1987 y ha afectado a miles de personas en el país. Las estadísticas son alarmantes: mientras que en 1987 se reconocían unos 2,500 casos de Karoshi, en 2024 esta cifra alcanzó los 4,000 casos anuales, de acuerdo con el Ministerio de Trabajo de Japón.
El gobierno japonés ha implementado medidas para compensar a las familias de las víctimas, otorgándoles aproximadamente 25,000 dólares en caso de muerte por exceso de trabajo. Para que una muerte se catalogue como Karoshi, la persona debe haber trabajado más de 100 horas extra en el mes anterior o 80 horas en dos meses consecutivos.
La creciente incidencia del Karoshi ha impulsado al gobierno japonés a invertir en programas de salud mental y políticas de bienestar laboral, en un intento por reducir las horas de trabajo excesivas y mejorar la calidad de vida de los trabajadores.
Estrategias para reducir el riesgo de trabajar en exceso
Trabajar en exceso no solo tiene efectos físicos, sino también emocionales y mentales. Para evitar el deterioro de la salud debido al exceso de trabajo, es esencial establecer límites claros y adoptar hábitos saludables que permitan un equilibrio entre la vida personal y profesional.
1. Organiza tus horarios de trabajo
Si trabajas desde casa, llevar un control de las horas frente al escritorio es clave. Establece horarios definidos y respétalos. Evita responder correos electrónicos o atender llamadas fuera de estos horarios y comunica tus límites a tus colegas y superiores para reducir la presión de estar siempre disponible.
2. Prioriza las tareas diarias
El exceso de trabajo a menudo se debe a la falta de organización. Al establecer prioridades, es posible reducir la cantidad de tareas acumuladas. Utiliza la técnica del “deep work”, que consiste en bloquear momentos específicos para tareas complejas sin interrupciones. Esto permite una mayor productividad en menos tiempo y ayuda a evitar el agotamiento mental.
3. Pausas activas para reducir el sedentarismo
Tomar pausas activas es fundamental para evitar los efectos del sedentarismo. Cada hora, intenta hacer una pausa de 5 a 10 minutos para realizar estiramientos o dar una breve caminata. Estas pausas mejoran la circulación sanguínea y reducen la fatiga mental. Actividades como ejercicios de respiración, meditación o movimientos de estiramiento son muy útiles.
4. Evita el perfeccionismo excesivo
La búsqueda constante de la perfección puede llevar a dedicar más tiempo del necesario a ciertas tareas. Si bien es importante realizar un buen trabajo, ser excesivamente perfeccionista puede incrementar la carga de trabajo y el estrés. A veces, es preferible terminar a tiempo y evitar el agotamiento que el exceso de revisión provoca.
5. Dedica tiempo a actividades personales y familiares
Mantener una vida equilibrada es fundamental para la salud. Dedica tiempo a tus hobbies, amigos y familiares para reducir el estrés y recargar energías. Realizar actividades recreativas o practicar algún deporte también puede ayudar a desconectar del trabajo y fomentar un estilo de vida saludable.
El balance entre trabajo y bienestar
Trabajar en exceso puede ser una amenaza para la salud, y aunque puede parecer difícil limitar las horas de trabajo en un mundo cada vez más competitivo, es importante recordar que el bienestar físico y mental es prioritario. Mantener un equilibrio adecuado entre la vida laboral y personal, así como adoptar hábitos saludables, puede prevenir problemas graves y mejorar la calidad de vida.
Aunque el trabajo es una parte importante de la vida, no debería costarnos la salud ni la vida.
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