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La calidad del sueño está directamente relacionada con múltiples aspectos positivos para la salud, por lo que no solo debes seguir las recomendaciones de los especialistas, sino también entender qué ocurre cuando duermes menos de 8 horas. ¡Mucho cuidado!
Los beneficios de dormir bien
Cuando logras completar tu ciclo de sueño, te beneficias en muchos niveles. Las ocho horas son el tiempo recomendado que tu cuerpo y mente necesitan para recuperarse y repararse. Durante el sueño profundo, tu cerebro consolida la memoria, procesa la información del día y elimina toxinas, lo que contribuye a mejorar la función cognitiva y a mantener un estado de alerta adecuado.
Además, dormir lo suficiente regula importantes hormonas como la melatonina y el cortisol, que son fundamentales para mantener un equilibrio emocional y reducir el estrés. Un buen descanso fortalece tu sistema inmunológico, ayudando al cuerpo a combatir infecciones y enfermedades. También mejora la concentración, creatividad y capacidad para tomar decisiones acertadas.
¿Qué pasa si duermes menos de 8 horas?
El Doctor Eric J. Olson, de la Clínica Mayo, explica que «la cantidad de sueño que necesitas depende de varios factores, especialmente tu edad». Los bebés requieren hasta 16 horas de sueño para recuperar la energía gastada mientras están despiertos.
Recomendaciones según la edad
1 a 2 años: hasta 14 horas.
2 a 5 años: unas 13 horas.
6 años en adelante: 12 horas.
Adultos: entre 7 y 9 horas.
Dormir menos de lo recomendado conlleva riesgos importantes: aumento de peso, diabetes, hipertensión y hasta enfermedades cardíacas. También se ha relacionado con problemas de salud mental, como la depresión.
El Doctor Olson destaca que, en los niños, lograr la cantidad adecuada de sueño está vinculado a una mejor salud, mejorando la atención, el comportamiento, el aprendizaje, la memoria y la capacidad de gestionar las emociones. En los adultos, dormir menos de siete horas afecta negativamente la salud física y mental, además de aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.
Consecuencias de la falta de sueño
Si duermes menos de 8 horas, los efectos negativos no tardan en aparecer. La privación del sueño afecta tanto el rendimiento cognitivo como el físico. Algunas de las consecuencias más comunes incluyen:
Problemas de concentración y memoria.
Irritabilidad y cambios de humor.
Debilitamiento del sistema inmunológico.
Mayor riesgo de accidentes y errores laborales.
Mayor propensión a desarrollar enfermedades crónicas como diabetes y enfermedades cardiovasculares.
¿Cómo mejorar la calidad del sueño?
Para dormir mejor, es esencial trabajar en tus hábitos de sueño. Aquí te damos algunos consejos clave:
Establece una rutina regular
Mantén una hora fija para ir a dormir y despertarte, incluso los fines de semana. Esto ayuda a regular tu reloj biológico y mejora la calidad del sueño. Establecer una rutina regular envía señales a tu cuerpo de que es hora de descansar.
Crea un ambiente propicio para dormir
El entorno en el que duermes juega un papel crucial en la calidad de tu descanso. Asegúrate de que tu habitación esté oscura, fresca y silenciosa. Utiliza cortinas opacas para bloquear la luz exterior, ajusta la temperatura a un nivel cómodo y elimina cualquier ruido molesto. Si es necesario, utiliza una máquina de ruido blanco para crear un ambiente más tranquilo.
Limita el uso de pantallas antes de dormir
La luz azul de los teléfonos, computadoras y televisores puede interferir con la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño. Apaga estos dispositivos al menos una hora antes de acostarte. Según la Doctora Lois Krahn, psiquiatra y experta en sueño de la Clínica Mayo, la exposición a la luz de los dispositivos móviles puede alterar el ciclo natural del sueño y dificultar un descanso adecuado.
Practica la relajación
Incorporar técnicas de relajación antes de dormir, como la meditación, la respiración profunda o el estiramiento suave, puede ayudarte a calmar la mente y preparar el cuerpo para un sueño reparador.
Dormir menos de 8 horas tiene efectos negativos en tu salud física y mental, pero afortunadamente hay formas de mejorar la calidad de tu sueño. Ajustar tus hábitos y crear un ambiente adecuado para descansar es clave para mantenerte saludable y en equilibrio. ¡Es momento de darle prioridad a tu descanso!
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