La NASA ha informado de una significativa llamarada solar emitida el 30 de julio, lo que ha generado preocupación sobre las posibles consecuencias en la Tierra debido a la tormenta geomagnética que se espera como resultado.
El Sol emite una llamarada de tipo X
En la noche del 28 de julio, a las 10:37, la NASA registró una potente llamarada solar de categoría X, la clase más intensa de estas erupciones solares. Específicamente, esta llamarada fue clasificada como X1.5. En esta clasificación, la letra «X» indica las llamaradas más poderosas, mientras que el número proporciona una medida adicional de su intensidad.
¿Qué es una llamarada solar y qué consecuencias tiene en la Tierra?
Según la NASA, las llamaradas solares son grandes explosiones que ocurren en la superficie del Sol, liberando una gran cantidad de energía y partículas hacia el espacio. Estas partículas, que forman parte del viento solar, incluyen fragmentos de átomos rotos.
Cuando estas partículas solares interactúan con la atmósfera terrestre, pueden provocar perturbaciones geomagnéticas. Aunque estas tormentas geomagnéticas no representan una amenaza directa para la vida humana en la superficie, pueden causar interrupciones significativas en los sistemas eléctricos y de telecomunicaciones. Además, pueden afectar la operación de satélites y otras tecnologías espaciales, así como provocar espectaculares auroras boreales y australes visibles en latitudes más bajas de lo habitual.
Estas auroras, similares a las que se observaron en México en mayo de 2024, son fenómenos luminosos en el cielo nocturno causados por la interacción de partículas solares con la atmósfera terrestre. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) ha advertido sobre una inminente tormenta geomagnética producto de esta llamarada solar. Se espera que la tormenta comience en la noche del 29 de julio y sus efectos podrían extenderse hasta el primero de agosto.
Debido a la continua actividad solar, no se descarta que nuevas llamaradas lleguen a la Tierra durante estos días, lo que podría resultar en auroras boreales visibles tan al sur como el estado de Oregon, la ciudad de Chicago, el sur de Francia y el norte de China.
Estas condiciones requieren monitoreo constante por parte de las agencias de espacio y otras autoridades para mitigar los posibles impactos en la infraestructura tecnológica y garantizar la seguridad de las operaciones espaciales y de los sistemas de comunicación.