El Senado de México aprobó este jueves una reforma constitucional histórica que elimina siete órganos autónomos, incluidos el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Esta decisión, respaldada por el oficialismo y sus aliados, marca un cambio radical en la estructura del sistema político y administrativo del país.
Detalles de la reforma
Con 86 votos a favor y 42 en contra en lo general, y 86 votos a favor y 40 en contra en lo particular, el Senado avaló la reforma impulsada originalmente por el expresidente Andrés Manuel López Obrador. Este movimiento implica modificaciones a 14 artículos constitucionales y la transferencia de funciones de los órganos eliminados a dependencias gubernamentales existentes o de nueva creación.
Entre los órganos afectados se encuentran:
INAI: Garantizaba la transparencia y protección de datos personales.
Cofece: Regulaba la competencia económica.
IFT: Supervisaba las telecomunicaciones.
Coneval: Medía los niveles de pobreza.
CRE y CNH: Regulaban sectores estratégicos de energía.
Mejoredu: Evaluaba la calidad educativa.
El argumento del oficialismo es que esta reforma busca reducir gastos, mejorar la eficiencia y centralizar funciones para garantizar mayor transparencia y combatir la corrupción.
Posturas encontradas
Durante el debate, las posiciones de los senadores reflejaron una profunda división ideológica:
Javier Corral, senador de Morena, votó en contra por “congruencia” con su trayectoria política:
“Mi adhesión al proyecto de transformación no representa una renuncia a mis principios y valores”.
Por su parte, Luis Donaldo Colosio Riojas, de Movimiento Ciudadano, destacó el valor de los órganos autónomos como contrapesos democráticos:
“Son logros de la ciudadanía y representan años de lucha por la transparencia y la imparcialidad”.
En contraste, Miguel Pavel Jarero Velázquez, también de Morena, defendió la reforma afirmando que no pone en riesgo los derechos laborales de los trabajadores de los órganos eliminados y busca mejorar la rendición de cuentas.
Reacciones nacionales e internacionales
La extinción del INAI, en particular, ha generado fuertes críticas. Organizaciones como Amnistía Internacional advirtieron que la reforma afecta la transparencia, pone en riesgo la privacidad y dificulta el acceso a información pública imparcial.
Además, expertos y académicos han señalado que esta medida podría debilitar los contrapesos democráticos, posicionando al gobierno federal con un control centralizado de áreas estratégicas. México, que había sido un referente en acceso a la información, ahora enfrenta el riesgo de retrocesos significativos en esta materia.
El futuro de la reforma
La enmienda ha sido enviada a las legislaturas de los estados, donde necesitará la aprobación de al menos 17 de los 32 congresos locales para ser promulgada en el Diario Oficial de la Federación. Si se aprueba, el panorama administrativo y político del país cambiará drásticamente.
Implicaciones a largo plazo
La desaparición de estos órganos autónomos plantea interrogantes clave sobre el equilibrio de poderes en México y la capacidad del gobierno para garantizar la imparcialidad en áreas críticas como la transparencia, la educación y la competencia económica.
Para algunos, esta medida representa un avance hacia un sistema más eficiente. Para otros, es un retroceso que debilita los pilares de la democracia mexicana. La verdadera prueba estará en cómo se implementen las funciones de estos órganos dentro de la estructura centralizada y si realmente se cumplen las promesas de eficiencia y combate a la corrupción.
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