Cómo mejorar la piel reseca: cuidados clave para una piel suave y saludable
Compartir en Redes Sociales
Comparte en Redes Sociales
Mujer Informa 29/07/25
La piel reseca puede sentirse tirante, áspera, y a veces hasta causar incomodidad. No importa la edad, la resequedad aparece por varios factores: clima, hábitos de cuidado, genética o condiciones especiales como la piel madura o el eczema. Aquí te dejo los consejos más importantes para recuperar la hidratación y la luminosidad que tu piel merece.
1. Hidrata tu piel desde adentro: el poder del agua
El primer paso para mejorar la piel reseca es hidratarte adecuadamente. La piel refleja cómo cuidamos nuestro cuerpo por dentro. Beber al menos 2 litros de agua al día ayuda a mantener la piel elástica y con brillo natural. Además, la hidratación interna favorece la regeneración celular, fundamental para reparar las zonas secas y evitar la descamación.
Si no te gusta el agua sola, complementa con infusiones sin azúcar, agua de coco o frutas con alto contenido hídrico como sandía y pepino. Recuerda que la hidratación constante marca una gran diferencia en la textura y apariencia de tu piel.
2. Limpieza suave para proteger la barrera natural
Aunque parezca contradictorio, limpiar la piel reseca con productos agresivos puede empeorar la sequedad. Es fundamental usar limpiadores suaves, sin alcohol ni fragancias, que respeten el manto lipídico natural de tu piel. Los limpiadores en crema o a base de aceites ayudan a remover impurezas sin eliminar los aceites esenciales que mantienen la piel protegida.
Si tienes piel madura o sensible, busca fórmulas con ingredientes calmantes como aloe vera, avena o caléndula. En casos de eczema, elige productos hipoalergénicos, preferentemente recomendados por dermatólogos, para evitar irritaciones.
Recibe las notas principales de Mujer Informa en tu celular, Únete a nuestro canal de Whatsapp y tendrás las noticias que te interesan en la palma de tu mano.
3. Aplica cremas y aceites justo después del baño para sellar la hidratación
El momento ideal para aplicar hidratantes es cuando la piel aún está húmeda, justo después de bañarte. Esto permite que las cremas o aceites naturales como el de jojoba, almendras dulces o rosa mosqueta penetren mejor y sellen la humedad.
Las cremas con ceramidas, ácido hialurónico o manteca de karité son excelentes para reconstruir la barrera cutánea. En piel madura, los aceites ricos en antioxidantes como el argán ayudan a nutrir y combatir los signos de envejecimiento. Para piel con eczema, el aceite de coco virgen puede calmar la inflamación y evitar la sequedad extrema.
4. Evita el agua caliente y reduce la frecuencia de baños largos
El agua muy caliente elimina los aceites naturales que protegen tu piel, lo que puede causar más resequedad e irritación. Además, los baños prolongados agravan este efecto. Lo recomendable es ducharte con agua tibia y limitar el tiempo a 10 minutos o menos.
En pieles sensibles o con eczema, esta práctica es aún más importante para evitar brotes y mantener la piel en equilibrio. Recuerda que menos es más cuando se trata de cuidar la barrera natural.
5. Alimenta tu piel con nutrientes esenciales
Una piel saludable se nutre desde adentro con una alimentación rica en ácidos grasos omega-3, vitamina E y antioxidantes. Alimentos como el salmón, semillas de chía, nueces, aguacate y frutos rojos aportan estas sustancias que fortalecen la barrera cutánea y combaten la inflamación.
La vitamina E, en particular, tiene un efecto reparador y protege la piel contra el daño ambiental, ayudando a conservar su hidratación y elasticidad natural.
Recuerda: La clave para mejorar la piel reseca es la constancia. Combina estos hábitos para hidratar y proteger tu piel cada día, adaptándolos a tu tipo y edad para mejores resultados.
Descubre más consejos prácticos para tu cuidado en mujerinforma.com 💧✨🌿