5 comidas tradicionales de Navidad en México y por qué forman parte de nuestra mesa
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Mujer Informa 10/12/25
En México, la Navidad se celebra con familia, música, abrazos… y sabores que cuentan historias. Cada platillo que aparece en la mesa navideña tiene un origen, un simbolismo y un motivo poderoso para seguir vivo generación tras generación. Aquí te comparto las comidas más representativas y la razón por la que las disfrutamos cada 24 de diciembre.
Pavo navideño: símbolo de abundancia y celebración
El pavo se convirtió en el centro de la cena gracias a influencias estadounidenses y europeas, donde este animal era considerado especial para grandes festividades. En México lo adoptamos como un platillo estelar porque representa abundancia, prosperidad y unión familiar. Al ser una preparación que requiere dedicación, se reserva para una noche significativa: la Navidad.
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Romeritos: tradición con raíces prehispánicas
Los romeritos forman parte de la gastronomía mexicana desde la época prehispánica. Eran consumidos en ceremonias religiosas y celebraciones importantes, y con el paso del tiempo se incorporaron de manera natural a las fiestas decembrinas. Hoy simbolizan identidad, historia y conexión con nuestras raíces.
Bacalao navideño: herencia española que se volvió mexicana
El bacalao llegó a México durante la época colonial. Como era un pescado que podía conservarse por meses, se convirtió en un ingrediente ideal para festividades religiosas y grandes celebraciones. Con el tiempo, su presencia en Navidad se volvió una tradición que representa mestizaje cultural, memoria familiar y celebración.
Pierna o lomo adobado: el ritual del plato fuerte
La pierna o lomo adobado se sirve en Navidad porque antiguamente las carnes selectas solo se preparaban en ocasiones muy especiales. Este platillo representa generosidad, convivencia y celebración, y sigue siendo uno de los momentos más esperados de la noche: cuando todos se reúnen alrededor de la mesa para compartir.
Ensalada de manzana: dulzura y nostalgia decembrina
Este postre se popularizó en México durante el siglo XX por ser económico, rendidor y perfecto para compartir. Su sabor dulce se convirtió en un símbolo de convivencia, armonía y recuerdos familiares, por lo que hoy es difícil imaginar una cena navideña sin ella.
Cada comida navideña mexicana es una historia servida en un plato: habla de nuestra cultura, de nuestras familias, de nuestras raíces y de ese deseo tan humano de compartir. Por eso, más que una cena, la Navidad es un ritual de amor y memoria.
