Reflejos de la Política Por Claudia T. Witron 14/06/25
El Costo Humano del Poder
El Epicentro de la desobediencia civil
Cuando la ley nacional se vuelve injusta, la moral local responde.
En el mapa de Estados Unidos, las ciudades santuario son esos puntos de luz que han decidido proteger a los migrantes, aún si eso significa enfrentarse directamente con el presidente de su país.
La más emblemática de todas: Los Ángeles, California.
Una ciudad de inmigrantes, de historias cruzadas, de sobrevivientes.
Y ahora, de resistencia institucional.
¿Qué es una ciudad santuario?
Una ciudad santuario es aquella cuyo gobierno local limita o niega su cooperación con las autoridades migratorias federales (ICE).
Esto significa que no detienen ni entregan a personas por el solo hecho de ser migrantes indocumentados.
Entre las más importantes están:
- Los Ángeles
- San Francisco
- Chicago
- Nueva York
- Denver
En ellas, las comunidades migrantes viven con mayor protección legal, aunque también bajo una tensión permanente con el gobierno federal.
Trump vs. Los Ángeles
Desde su llegada al poder, Trump ha lanzado ataques directos contra estas ciudades:
- Amenazas de retirar fondos federales.
- Demandas legales.
- Redadas masivas como forma de castigo.
Los Ángeles ha sido blanco constante.
Pero el alcalde, los legisladores locales y la sociedad civil han respondido con firmeza:
“Aquí no entregamos a nuestra gente.”
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Los rostros de la desobediencia
En estas ciudades:
- Estudiantes pueden asistir a clases sin miedo a ser detenidos.
- Familias migrantes acuden a hospitales sin riesgo de ser reportadas.
- Trabajadores indocumentados reportan delitos sin temor a represalias.
La lógica es clara:
“No somos policía migratoria. Somos servidores públicos.”
¿Cómo afecta esto a Trump?
Estas políticas debilitan el discurso de “ley y orden” que impulsó en campaña.
En lugar de cohesionar al país, lo fracturan aún más.
Y aunque parte de su base electoral lo aplaude, el rechazo entre jóvenes, progresistas y minorías ha crecido.
Incluso miembros del Partido Republicano han comenzado a matizar sus posturas, temiendo perder votos en estados clave.
¿Choque institucional o principio de revolución?
El enfrentamiento entre el gobierno federal y las ciudades santuario podría escalar.
No solo es una cuestión migratoria.
Es un dilema constitucional, ético y político.
Estamos presenciando un fenómeno inaudito:
Gobiernos locales protegiendo derechos humanos por encima de mandatos presidenciales.
¿Es esto desobediencia civil institucionalizada?
¿O el nuevo rostro de la democracia real?
El fin de la esencia de E.U.
Las ciudades santuario no son un capricho político.
Son la respuesta ética de comunidades enteras que no están dispuestas a dejarse arrebatar su dignidad.
Trump podrá gobernar desde Washington, pero en ciudades como Los Ángeles, el poder moral ha decidido resistir.
La historia juzgará quién tuvo razón.
Pero hoy, los migrantes de carne y hueso duermen un poco más tranquilos gracias a estas ciudades que eligieron ser santuario… y no cómplices.
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La opinión de los editorialistas es propia y no representa la opinión de la revista.